Las autoridades financieras de Puerto Rico iniciaron, en mayo de 2023, el proceso para liquidar el Nodus Bank, uno de los tantos bancos con sello venezolano que abrieron en la isla (y en otras más del Caribe) desde que en 2003 Hugo Chávez decretó el régimen de control, que duró casi tres lustros.
Tras detectar una serie de irregularidades en la gestión de la entidad, lo que debía ser un procedimiento rutinario de cierre, con pasos reglamentados en las leyes boricuas, se convirtió, en palabras de la titular del regulador bancario, en el “reto más grande que esta oficina ha tenido”.
Desde hace un año, el proceso de cierre de ese banco de accionistas venezolanos viene tropezando con una serie de eventos extraordinarios que hace de este un caso inédito en la plaza bancaria puertorriqueña. Entre las singularidades estuvo el hecho de que Tomás Niembro Concha, un viejo compañero del banquero venezolano Víctor Vargas y el mayor accionista del Nodus Bank, siguió sacando dinero del banco a pesar de que la institución ya estaba intervenida por el Estado. Y no solo eso: Niembro llegó a pedir una comisión, a manera de recompensa o incentivo, para facilitar que los interventores del banco recuperaran las cuentas por cobrar.
“El Sr Niembro, a través de Nodus Finance, fue aún más allá, proponiendo, mediante un correo electrónico con fecha del 1 de febrero de 2024, cobrar los préstamos de clientes en Venezuela (en circunstancias que antes habían sido infructuosas) a cambio de un pago mensual de $80,000.00 y una comisión de 8% sobre las cantidades recobradas”, denuncia la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), el ente local regulador de la banca en Puerto Rico, en una “Querella y orden para descorrer el velo corporativo de Nodus International Bank, INC e imponer restitución”, que interpuso el pasado 4 de abril.
La máxima autoridad del despacho, la abogada Natalia Zequeira Díaz, detalla que parte del dinero de miles de ahorristas se evaporó en otras empresas que tenían los propios accionistas del Nodus en Estados Unidos y otros países.
El Nodus International Bank fue registrado en San Juan de Puerto Rico en abril de 2009 e inició operaciones en febrero de 2010, con sede en la suite 1501 del edificio City Towers Building de la avenida Ponce de León. El banco se registró en 2009 como una empresa de Optivalores lnvestment Company, esta, a su vez, una compañía incorporada meses antes en Barbados y que tenía entre sus directores a uno de los hermanos Castillo Bozo, Juan José. Tomás Niembro solo tomó control abierto de la entidad en 2017.
Se trataba de un banco que un grupo de venezolanos estableció para aprovechar una de las ventajas que Puerto Rico ofrece: por su estatus de Estado Libre Asociado a Estados Unidos, su economía y sistema bancario manejan dólares, pero sin el grado de supervisión que el Tesoro norteamericano ejerce sobre los bancos. Era una oportunidad muy tentadora para los empresarios venezolanos por aquella época, en la que el régimen de control de cambio establecido por Hugo Chávez estrechaba las vías de acceso a la divisa estadounidense.
Desde muy temprano las autoridades de Puerto Rico empezaron a levantar banderas rojas sobre la solvencia del Nodus Bank y su seguimiento a la Ley de Secreto Bancario y Anti Lavado de Dinero. Practicaron cinco exámenes a la institución bancaria y de allí surgieron medidas, controles y recomendaciones que, entre otros asuntos, hicieron notar que el banco debió emitir 24 reportes de actividad sospechosa, que nunca hizo, y otros 48 que informó a destiempo.
Autopagos, promesas y algunas respuestas
Aún antes de ser intervenido, sucesivas auditorías alertaron que el banco estaba beneficiando a sus dueños a expensas del patrimonio de los ahorristas. Uno de los casos detectados corresponde al empresario venezolano Ricardo Fernández Barrueco, otrora zar de Mercal, caído en desgracia con el chavismo y apresado en 2009, cuando intentó comprar la telefónica Digitel y compró, en efecto, varios bancos en Venezuela que casi enseguida quedaron intervenidos.
Diversas versiones, así como el ente regulador puertorriqueño, tienen a Fernández Barrueco por integrante de la junta directiva y accionista del Nodus Bank. Pues bien: el mismo Fernández Barrueco obtuvo un préstamo de Nodus cuando la institución ya tambaleaba. “El 6 de septiembre de 2021 Nodus, sin la debida autorización de la OCIF, otorgó un préstamo de $600,000.00 a Campomarino S.A. Panamá, una compañía del Sr. Ricardo Fernández Barrueco quien era accionista preferido de Nodus desde el 23 de junio de 2021”, relata la OCIF en la querella.
No fue el único caso de ese tipo. En pagarés y préstamos que, en algunos casos, llegó a condonar, la institución bancaria aprobó 29,2 millones de dólares –más de un cuarto de la deuda actual– a dos empresas registradas en Miami con los nombres de Nodus Finance e Intercorp MS LLC, cuyos beneficiarios coinciden con los de los mismos socios mayoritarios del banco, los venezolanos Tomás Niembro y Juan Ramírez Silva.
Ha transcurrido un año desde el proceso de intervención y al menos 2.500 clientes -según confirmó a Armando.info uno de los dueños del banco- siguen sin saber qué pasará con sus ahorros. Los dueños del banco confían, de cualquier modo, en que pronto el escándalo se disipará. No fue posible obtener una respuesta de Ricardo Fernández Barrueco, pero en nombre de la junta directiva respondió su presidente, Juan Ramírez Silva, desde Miami, quien afirmó que pronto darán solución a todos los ahorristas enganchados. “Es un tema que va caminando y que se está resolviendo, pero en este momento estamos en pleno tema administrativo”, dijo al otro lado del teléfono.
“Somos los primeros que queremos que esto se aclare, pero en este momento los abogados han advertido que cualquier cosa que digamos puede ir en contra de todo lo que está en el proceso administrativo”, dijo.
Consultado también por Armando.info, Tomás Niembro, el mencionado accionista principal del banco, señaló, respondiendo a varias preguntas, que aunque el proceso puede demorar entre 12 a 18 meses más, ya está en la mesa una propuesta para saldar las deudas: “Los accionistas hemos hecho varias propuestas y planes de acción ante el administrador, síndico y ahora liquidador. En principio todas aprobadas y repentinamente negadas”.
En octubre del año pasado garantizó, a través de un comunicado firmado por él y que, según el propio Niembro asegura, fue publicado en sus redes en esa fecha, que “previo a la entrega voluntaria, Nodus devolvió a los clientes más de US$ 110 millones (57% de los pasivos totales), lo cual significó un gran esfuerzo de tesorería”. Hoy reitera esas palabras. Mediante comunicación escrita a solicitud para este trabajo, afirmó que han resarcido a más de 4.500 de los 7.500 clientes que sumaban unos 200 millones de dólares en el banco. Añadió, además, que no hubo ninguna condonación a la deuda que dieron a Nodus Finance, su otra empresa de Miami. “Es también absolutamente falso”.
Cronología del colapso
Los vaivenes del Nodus Bank trascendieron en 2022 cuando 23 ahorristas residenciados entre Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay, formalizaron una serie de reclamos sobre fondos congelados en el banco, que totalizaban más 1,3 millones de dólares. Se trataba de apenas un poco más de 1% de la deuda oficialmente registrada al día de hoy, pero el mensaje que hacía saber era contundente: el Nodus International Bank estaba en apuros.
Pero buena parte de los afectados son venezolanos. Muchos de ellos han preferido no dejarse ver. Aún así, en Caracas todavía hay quien pasa revista a diversos hitos de decadencia del Nodus Bank y que advertían sobre el colofón de esta historia: “Las tarjetas de crédito empezaron a rebotar en octubre de 2022”, recuerda bien uno de los cuentahabientes perjudicados, al tiempo que se pregunta cómo rescatar su patrimonio. En ese momento en el que afloraban los primeros síntomas de su crisis, el banco planteó a sus clientes que debían notificar cada transferencia efectuada para triangular con el banco corresponsal. Luego optó por suspender las tarjetas de crédito, porque le habían retirado la membresía de Mastercard. Y llegaría un punto, ya cerca del colapso final, en el que hasta las tarjetas de débito fallaron.
Entonces circulaban rumores acerca de fondos presuntamente congelados en el Nodus Bank por el gobierno federal de Estados Unidos. Solo ahora esos rumores se confirman como ciertos, por la información que la querella ha abierto.
El balance de la cartera de crédito y los activos financieros refleja que “para junio de 2023, Nodus tenía un total de $9,935,950.33 de fondos bloqueados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés)”. Tomás Niembro, director del banco, no dio a Armando.info ninguna respuesta sobre la identidad de estos clientes sancionados.
En cualquier caso, ese faltante de casi 10 millones de dólares le asesta otro mordisco al mermado fondo hoy disponible para responder a sus ahorristas. El último balance del banco muestra que en la actualidad apenas cuenta con efectivo para reintegrar unos 2,7 millones de los casi 87 millones de dólares que debe a sus clientes. El estado de cuenta publicado el 31 de marzo de este año computa, además, 8,4 millones en activos líquidos depositados en instrumentos financieros de otros países, un monto que apenas representa 10% de la deuda. Pero la disponibilidad es aún menor: más de la mitad de esos fondos están atascados en el Atlas Bank de Panamá, otra institución financiera que atraviesa un proceso de liquidación similar en el istmo, tras arrastrar problemas crónicos de insolvencia e iliquidez.
Otro tanto ocurre con un monto de un millón de dólares transferido a Crossbar FX, una empresa de cambio de divisas que entró en proceso de liquidación voluntaria en Reino Unido.
Mientras el dinero se esfumaba, según el ente regulador de Puerto Rico, “bajo el subterfugio de que asistirían a Nodus en la implementación efectiva del Plan de Liquidación”, los dueños del banco emplearon otra empresa por la que continuaron drenando sus bóvedas: “A través de Financial Technology, el Sr. Niembro estaba, en efecto, recibiendo un ‘salario’ que resultó en un beneficio indirecto del proceso de liquidación, y que estaba utilizando dicha estructura corporativa para obtener fondos de Nodus”, dice el documento de la investigación.
Al ser consultado por mensajería instantánea sobre la comisión de 8% que supuestamente solicitaba para facilitar el cobro de los préstamos que asegura la querella, Niembro evadió responder.
Sin plata pero con edificios
Financial Technology es una firma registrada en Barbados, pero con oficinas físicas en Venezuela, de la que es dueña la Administradora de Recursos Altamira, cuyo beneficiario final es el mismo Tomás Niembro Concha.
Niembro, de 63 años de edad y origen español, ha ocupado diversos cargos ejecutivos en la industria financiera desde el Banco Latino, una de las entidades malogradas por la crisis bancaria de 1994. Luego se integró al grupo de Víctor Vargas en el hoy fracasado Banco Occidental de Descuento (BOD), desde donde sirvió como un operador decisivo en la compra y absorción en 2006 de Corp Banca. También figuró como director de otros bancos del emporio de Víctor Vargas que a la postre fueron intervenidos en Curazao, Panamá y República Dominicana.
Hasta esta semana también se presentaba en su perfil profesional de LinkedIN –que fue removido el miércoles, luego de que se le solicitará una entrevista para este trabajo– como director de la empresa Desarrollos Inmobiliarios y Valores BAN C.A. (DIV BAN C.A.).
DIV BAN C.A. se describe como una empresa especializada en la “inversión, desarrollo y promoción inmobiliaria”, lo que, en su caso, podría traducirse como la edificación de torres de lujo en Caracas; con más precisión, en Las Mercedes, la zona rosa en el sureste de la capital venezolana y vitrina de la bonanza que la burbuja económica del chavismo-madurismo proporcionó a su clase empresarial amiga. Un ejemplo: desde el año pasado se alza un imponente edificio de fachada acristalada junto a la acera sur de la calle Orinoco de Las Mercedes, entre la calle Londres y la avenida principal. Se llama Torre 302. Entre sus prestaciones incluye ocho plantas con protección contra rayos ultravioleta para mantener frescos los espacios. Al lobby lo adorna una escultura luminosa que creó el arquitecto y diseñador de interiores, José Antonio Totón Sánchez. Las oficinas y locales comerciales, cuyas áreas oscilan entre 115 a 1.400 metros cuadrados, se venden desde 70.000 dólares. Aún con tantos atractivos, que comprenden una ubicación privilegiada, el edificio permanece casi vacío.
Abundan los indicios de la conexión entre DIV BAN C.A. y los empresarios detrás del Nodus Bank. La representante legal de la constructora es Adriana Silva quien, a su vez, fungía como gerente general de Nodus Bank. Silva es prima hermana de Juan Francisco Ramírez Silva, uno de los dueños del banco en Puerto Rico. Además de su perfil en LinkedIn, la relación de Tomás Niembro con la constructora se confirma a través de las actas del Registro Mercantil de la empresa Proyecto Inmobiliario 302 C.A., que compró originalmente las tres parcelas donde se levantó la Torre 302, junto a Crisanto Bello y Miguel Ángel Antoni, los fundadores del grupo empresarial.
Ramírez Silva dijo a Armando.Info que desconocía sobre esa empresa. Niembro, por su parte, respondió que no se trata de una constructora: “DIV BAN C.A. nunca tuvo un activo. Ni colocó un solo ladrillo (…) se constituyó con fines de liderar una emisión de papeles comerciales”.
Proyecto Inmobiliario 302 C.A. quedó constituida en mayo de 2014. En agosto de 2015, la empresa se hizo dueña de las parcelas donde se construyó el edificio. Para el momento de la compra, el terreno estaba valorado en poco más de 10.400 millones de bolívares, el equivalente a unos 1.500 millones de dólares según el cambio oficial de la época. Ese mismo mes, la empresa y el inmueble pasaron a nombre de una firma registrada en Barbados, llamada 1305 Fox Corp. Niembro, el banquero, formó parte de la directiva de esta empresa registrada en Venezuela durante los años 2015 y 2017.
Un asesor del grupo constructor accedió a hablar con Armando.info en representación de los accionistas Bello y Antoni, con la condición de que no se mencionara su nombre. Según su versión, la construcción de la Torre 302 no recibió dinero de Nodus Bank. “Se financió con préstamos de seis bancos nacionales y tres internacionales; ninguno es el Nodus Bank”, juró.
Justificó la presencia de Niembro en la directiva de Proyecto Inmobiliario 302 C.A, “entre 2016 y 2017”, como un aval que el BOD –objeto en 2019 de medidas administrativas del ente regulador de la banca en Venezuela, Sudeban– habría exigido como garantía de que los empresarios pagarían un préstamo de 12 millones de dólares.
DIV BAN C.A., por su parte, comenzó a crear subsidiarias y relacionadas en 2014, y empezó a erigir sus obras justo cuando se desarrollaba en toda su crudeza la crisis socioeconómica que depauperó el país y fomentó la migración de millones de venezolanos. a contracorriente, mientras el mercado se empobrecía y los precios de los inmuebles caían en picada, la constructora y promotora invertía millones de dólares en la compra de parcelas y edificación de torres en las zonas más costosas de Caracas.
Div Banca Group, el holding que abarca a DIV BAN C.A. y su parentela de compañías, señalaba en su página web que fue la promotora de otras cuatro construcciones de inmuebles residenciales, a los que catalogaba de exclusivos. Si bien tumbó el website esta semana –luego de que se les contactara para este reportaje–, quedan imágenes de su catálogo de obras, entre las figuraban algunos edificios pequeños, pero lujosos, en La Castellana, una urbanización de clases media y alta en el noreste de Caracas.
El portafolio incluye los edificios 2605 y San Felipe, ubicados en la Avenida San Felipe, entre las transversales primera y segunda de La Castellana. El primero contiene tres cuerpos con 14 apartamentos. Uno de sus penthouses está hoy a la venta por 1,2 millones de dólares, y los alquileres mensuales de los apartamentos rondan los 5.000 dólares. En el estacionamiento se suelen ver camionetas del año, casi siempre sin placas que las identifique. Mientras, el segundo edificio cuenta con piscina semiolímpica, gimnasio, sauna, spa, salón de belleza y ascensor privado para cada apartamento. Puede concebirse como un pequeño club para 12 viviendas.
El asesor que dio la cara por los socios de Proyecto Inmobiliario 302 C.A. a condición de permanecer en el anonimato, admite que para estos edificios, bajo otro paraguas corporativo, sí recibieron un préstamo de un poco más de 5 millones de dólares de un financista al que llama genéricamente “Nodus”, sin precisar si con ello se refiere al Nodus Bank, el banco de Puerto Rico, o a Nodus Finance LLC, una financiadora registrada en el estado de Florida, en Estados Unidos, por los dueños del banco, y a la que las autoridades boricuas reclaman el reembolso de un cuarto de los activos del banco.
En paralelo, el vocero anónimo de la constructora aseguró que “todos los créditos que nos dio el Nodus son créditos que hemos pagado tanto en intereses como en capital”, dijo. Agregó: “La relación de Tomás Niembro con nosotros es una relación netamente comercial a través de Nodus. ¿Que lo conocemos? Sí. ¿Que tenemos una relación extraordinaria? Por supuesto. A fin de cuentas tampoco tenemos nada que ver con el banco [Nodus Bank]. Lo que haya hecho ese señor [Tomás Niembro] en Puerto Rico, pues, estará en manos de las autoridades de Puerto Rico, y creo que las autoridades de Puerto Rico ya han investigado bastante”.
En cualquier caso, la querella del ente regulador bancario en Puerto Rico explica que, antes del colapso del banco, sus dueños se hicieron con una cartera de créditos con préstamos problemáticos y una tarifa por administrar esos préstamos. ¿Incluyendo créditos para la construcción de edificios? No queda claro. “Una semana antes de la firma del Plan de Liquidación, los accionistas, quienes eran y siguen siendo dueños tanto de Nodus Finance como de Nodus liberaron a Nodus Finance de una deuda líquida de $25,738,875.65 que se pudo haber utilizado para beneficio de los depositantes de Nodus, a cambio de una cartera de préstamos morosa y delincuente y con un cargo de administración para el cobro de esos mismos préstamos”, señala la querella.
Mientras en Venezuela terminan los últimos detalles de la construcción de la Torre 302, las ramificaciones del caso de Nodus Bank empiezan a extenderse por Estados Unidos. Se supo que el grupo argentino Alto Tromen introdujo la semana pasada una demanda civil contra Nodus Bank y sus accionistas, Tomás Niembro y Juan Ramírez Silva, por 350.000 dólares ante un tribunal federal del Distrito Sur de Florida, a cargo del juez David S. Leibowitz.
En contrapartida y según una información llegada a la redacción de Armando.info al cierre de esta historia, el propio Tomás Niembro introdujo, el viernes en la tarde, una demanda contra la OCIF de Puerto Rico y sus autoridades, en reclamo por un proceso al que califica de sesgado y por una serie de acciones que, asegura, “apuntan específicamente contra bancos venezolanos”.