Su cuerpo parece aguantar la carga física, pero su nivel es «ahora imprevisible»: eliminado en la segunda ronda del Masters 1000 de Roma, Rafael Nadal tiene dos semanas para intentar asestar un último golpe de efecto sobre la tierra batida de Roland Garros, escenario de 14 de sus 22 títulos de Grand Slam.
En Roma, se vio una versión fatalista del manacorí, hundido por su derrota contra el polaco Hubert Horkacz (6-1, 6-3) el sábado: «No he jugado lo suficiente los últimos tres años, hay muchas dudas, muchas preguntas».
Pero también hubo un ‘Rafa’ recuperado, incluso confiado, al menos en sus declaraciones: «Cada vez voy a mejor, tanto en el aspecto físico como en el tenis», aseguró antes de su entrada en liza.
¿Cuál de las dos versiones se presentará en la Porte d’Auteil parisina en su posible adiós al torneo en el que se convirtió en leyenda con 14 victorias?
¿Estará en París?
El exnúmero 1 del mundo todavía no ha anunciado formalmente que vaya a participar en su 18º y último Roland Garros.
Como ha repetido desde su regreso al circuito el mes pasado, tras una pausa forzada de más de tres meses por una lesión abdominal, no irá a París salvo que se sienta listo.
El sábado, tras su derrota más contundente sobre tierra batida desde 2003, habló de «dos opciones»: renunciar o participar.
El manacorí deslizó estar más inclinado por una participación «en el torneo que ha sido el más importante de mi carrera».
Para el extenista croata Ivan Ljubicic, Nadal sí estará en Roland Garros: «La mayor dificultad para él es saber y aceptar si va simplemente para jugar o para ganar».
«Cuando has ganado 14 veces un torneo, vas para ganarlo. Sabe exactamente lo que debe hacer, lo que debe sentir, cómo tiene que estar físicamente. Si hay un jugador que pueda superar ese desafío, es él», valora el exnúmero 3 del mundo, que entrenó al suizo Roger Federer entre 2016 y 2022.
. ¿Con qué nivel de juego?
‘Rafa’ llegará a la edición 2014 en varias situaciones inéditas: jamás ha estado tan mal posicionado en el ranking ATP (276 en la próxima actualización) y nunca antes había jugado tan poco (8 partidos desde su regreso).
Ni siquiera después de su lesión en una rodilla de 2011, de su racha en los años 2015 y 2016 o en 2022, cuando su cuerpo maltratado parecía dejarle de lado.
A su favor, Nadal podrá contar con su increíble historial en Roland Garros (112 victorias y solamente 3 derrotas) y al igual que en Madrid y en Roma, podrá contar con la adoración del público local.
Pero a pesar de todo, podría ser insuficiente para soñar, a sus casi 38 años, con una nueva victoria. Si bien acaba de encadenar tres torneos consecutivos por primera vez desde los meses de mayo y junio de 2022, lo ha hecho demostrando sus límites, tanto en el plano físico como en el tenístico, especialmente en su servicio y con la derecha.
Contra Hurkacz, número 9 del mundo, aguantó los dos primeros juegos, de una intensidad extraordinaria y que se alargaron media hora, pero que le desgastaron bajo un calor casi veraniego.
«Todos los partidos ahora son más difíciles y más imprevisibles para mí de lo que eran antes», resumió antes incluso de su derrota.
Para Ljubicic, si Nadal supera las dos primeras rondas, todo es posible: «Roland Garros no se gana el primer domingo, sino el tercero. Hay dos semanas antes del torneo, pero puede seguir progresando durante el mismo».
Todo dependerá, según el croata, de un factor sobre el que Nadal no puede hacer nada: la suerte del sorteo.
«La gran pregunta es el cuadro del torneo: no es cabeza de serie y podría arrancar contra Sinner, Alcaraz o Djokovic», advierte.